El mito del “Momento Perfecto” o por qué esperar es tu mayor enemigo

En mis años mentorizando profesionales (ya van 30), he escuchado esta frase más de mil veces: “Cuando termine este proyecto…, cuando mis hijos crezcan…, cuando tenga más experiencia…, cuando la economía mejore… entonces daré el paso”. Es decir: bla, bla, bla…
El momento perfecto no existe porque la vida no funciona en línea recta.
Siempre habrá proyectos pendientes, responsabilidades que atender, miedos que justificar. La diferencia entre quienes transforman su carrera y quienes se quedan soñando con hacerlo no es la ausencia de obstáculos, sino la decisión de actuar a pesar de ellos. De saltarlos. Y si es necesario, de ignorarlos.
Hay una frase que me encanta: No por saltar más tarde, el agua va a estar menos fría. Te presento a unos amigos. Los tres enemigos del momento perfecto:
- El Perfeccionismo paralizante Ana llevaba dos años “preparándose” para pedir un ascenso. Había hecho cursos, acumulado méritos (muchos), preparado power points. Pero nunca se sentía suficientemente lista. Pobre. Cuando finalmente se armó de valor y habló con su jefe. Descubrió que llevaba meses esperando que alguien aceptara esa responsabilidad.
- La trampa de la Información infinita En la era digital, siempre puedes encontrar otro curso, otro libro, otra certificación que “necesitas” antes de dar el paso. Será por información, ¿vedad?. Pedro llevaba tres años estudiando para cambiar de sector. Tres. Y tenía más conocimiento teórico que muchos profesionales en activo, pero cero experiencia práctica. Sabía mucho, pero para ganar Pasapalabra.
- El Síndrome del salvador externo “Cuando mi jefe se jubile”, “cuando llegue el nuevo director”,…. Depositar tu futuro profesional en variables que no controlas es un acelerante para instalarte en la frustración permanente. Recuerda la frase que me gusta tanto, la del agua fría y tirarse.
La filosofía del “Suficientemente bueno para empezar”
No necesitas tener todas las respuestas para dar el primer paso. Desde luego que no. Necesitas tener la respuesta a la siguiente pregunta: ¿cuál es la acción más pequeña que puedes tomar hoy para acercarte a donde quieres estar?
El momento perfecto es ahora, con todas sus imperfecciones.
Porque la vida real (la que está más allá de esta pantalla) no espera a que estés listo. Desde luego que no. Las oportunidades no se ajustan a tu calendario. Y tu versión futura no te va a agradecer que hayas pospuesto sus sueños por miedo a la imperfección de tu presente.
La única diferencia entre un profesional estancado y uno en crecimiento es que uno espera condiciones ideales y el otro crea condiciones favorables.
¿Qué pequeña acción vas a tomar hoy para dejar de esperar tu momento perfecto?
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